La colonia de Nimrod III fue claramente una colonia fallida, como en su día lo fue Nimbus III, no sé si es que el tres es un mal número para las colonias, está claro que el 13 sí. Roanoke también es mal nombre para una colonia…
A veces ocurría que una colonia no iba todo lo bien que se tenía previsto que fuera. Se hacían mal las previsiones o se producía algún cambio importante en el planeta que lo hacía inhabitable.
Existían también empresas que se dedicaban a vender planetas para que fueran colonizados. Y algunas de estas empresas no eran muy de fiar ya que te vendían un planeta a priori atractivo, que luego no resultaba serlo. Para ello pintaban las plantas de verde, construían ríos artificiales, soltaban unos cuantos conejos y cosas por el estilo, no era exactamente eso lo que hacían, pero es para que se hagan una idea.
El caso de Nimrod III no fue ese, no se trató de ninguna venta fraudulenta, así que no podíamos reclamar a nadie. Simplemente se calculó mal o se fue muy optimista en las previsiones colonizadoras.
No es que el planeta fuera inhabitable, por supuesto, si no no estaría escribiendo esto, claro.
El planeta tenía lo que tenía que tener un planeta habitable: atmósfera respirable, plantas, agua… Lo que ocurre es que por ejemplo el agua potable se agotó a los pocos meses de estar allá… Por supuesto construimos alguna que otra planta desalinizadora, pues agua salada había a raudales.
La vegetación era escasa y pobre ya que los terrenos eran extremadamente áridos. La fauna principalmente eran molestos mosquitos… El calor abrasador, ya ven, un desastre…
Algún burócrata de la Tierra no debió hacer bien su trabajo.
Nuestras naves pensadas solo para un viaje de ida no nos permitieron regresar una vez comprobado el desastre.
Para colmo las comunicaciones con la Tierra resultaron imposibles y nos quedamos aislados, años y años, sin posibilidad de escape ni de pedir un rescate de ese infierno… Nosotros que esperábamos escapar de una Tierra asolada por la guerra para encontrarnos con un paraíso, nos encontramos en cambio con un infierno… Fue aquello de escapar del fuego para caer en las brasas…
Pero todo cambió por suerte a los pocos años de estar allá… Habían pasado tan solo 40 años, cuando recibimos comunicación de una nave terrestre que pasaba por la zona… ¿Qué?¿Que 40 años les parece mucho tiempo? No sé, en aquellos tiempos las cosas se hacían con calma y las naves no eran tan rápidas como ahora. El caso es que conseguimos sobrevivir esos 40 años y entonces contactamos con una nave… Todo fue alegría entonces, pues vimos una manera de escapar de aquel infierno. No pudimos esclarecer exactamente que hacía aquella nave por la zona, por aquello que les comenté antes de las interferencias o lo que fuera que hacía prácticamente imposibles nuestras comunicaciones con el exterior. Pero bueno, no era una cosa importante el motivo, lo importante es que venían a rescatarnos…
Por aquello de mantener un orden y unas costumbres, seguíamos rigiéndonos por la medida del tiempo de la tierra, así que calculábamos que el martes por la mañana ya tendríamos a nuestros rescatadores allí.
Faltaban unos días para el martes, así que tuvimos tiempo de hacer las maletas y prepararnos para la partida… Y al fin llego el día, el martes… Fuimos todos, los ciento seis colonos, a recibir a nuestros salvadores… La nave aterrizó y salió el capitán de ella…
–¡Que alegría que vengan a rescatarnos y llevarnos de vuelta a la Tierra!
–¿La Tierra? Me temo que no será posible, fue destruida por la guerra… Nosotros somos de los pocos supervivientes de la hecatombe y tratamos de buscar un planeta donde refugiarnos…