Pues sigo un poco con el tema de los libros.
En esta ocasión os hablaré de Fractura del gran Dioni Arroyo.
Tuve la suerte de estar en una presentación que hizo de la novela en Gigamesh, así que pude conocerle en persona y efectivamente, es una bellísima persona, comprobado.
Pero pasemos a la novela… Alguno puede decir… Es la típica de zombies… Pues quizás, no soy experto en el tema así que no puedo opinar…
Como bien dijo el autor en dicha presentación, toda novela de zombies es en realidad una historia de supervivientes… Y eso, efectivamente queda claro en la novela de Dioni.
La novela explica que debido al método llamado de “fracking” o fractura geológica, se desprenden en la atmósfera unos gases que hace que la gente se vuelva zombie…
Quizás en la novela no lo detallan, pero en la presentación, como lo explicó Dioni me quedó bastante claro lo que ocurría y me recordó a la serie Fortitude.
Ya que tras hablar con varios expertos en el tema, Dioni llegó a la conclusión que dicho método podía hacer que gases desconocidos y que llevan millones de años bajo tierra camparan a sus anchas por la superficie. Las consecuencias de respirar estos gases… Pues vaya usted a saber… Así que como se suele decir, se non é vero…
Como describe el autor el movimiento de la niebla “tóxica” me hizo también pensar en películas míticas como La niebla (tanto la de Carpenter como la que se basa en una obra de King, creo que las dos se titulan igual).
Toda esta historia se nos narra de la mano de un chaval joven, que intenta sobrevivir en ese mundo.
La gracia de leer autores patrios es que ves cosas típicas de aquí, sobre todo y en este caso: La inmigración y la corrupción.
Me pareció también muy típico de aquí, que la única vía de escape que se les ocurre viene dada por el gobierno y realmente es una cosa que no acaba de funcionar del todo.
Hemos dicho que la novela podría llamarse “historia de zombies”, pero realmente la etiqueta (¿comercial?) que lleva la novela es “una novela greenpunk”.
El greenpunk, es una cosa (por lo visto), que yo de toda la vida he llamado “ciencia-ficción ecologista”. Pero reconozco que el término greenpunk es más molón y más corto.
De “ciencia-ficción ecologista” tenemos muchos ejemplos, sobre todo en el cine de finales de los 60 y de los 70´s.
Tenemos así grandes obras como El planeta de los simios (sí, yo la catalogaría como tal), Naves misteriosas (Silent Running, 1972) y Cuando el destino nos alcance (Soylent Green, 1973).
Pasada esa década, recuerdo una peli bastante entretenida, que también encontré muy ecologista aunque a priori no lo parecía mucho, Relic, que creo que es de finales de los 90.
En resumen, una novela muy entretenida y además con cierto mensaje ecologista, que nos advierte de las consecuencias de esquilmar recursos, que como bien sabemos es una de las funciones de la buena ciencia-ficción: Avisar de posibles consecuencias.