Final de la tercera temporada de The Twilight Zone
Resulta que sigo viendo La dimensión desconocida, cuando buenamente puedo, claro. Y eso que de momento los episodios son cortos, de unos 25 minutos (eran de media hora con anuncios cuando se emitieron por primera vez), cosa que cambiará en la cuarta temporada, donde los episodios pasarían a ser de 1 hora (con anuncios incluidos) como llevaba reclamando la cadena CBS desde las temporadas precedentes. Pero de momento no he llegado a la cuarta temporada, aunque estoy cerca, ando por el final de la tercera y como anteriormente, en este mismo blog, ya había comentado el final de la segunda temporada de la serie, me ha dado por hacer lo mismo con el final de la tercera.
En este caso destacaría el antepenúltimo episodio de esta tercera temporada, que resulta que es el episodio número 100 de la serie y que lleva por título Elogio el cuerpo eléctrico, I Sing The Body Electric en el original, haciendo referencia a un poema de Walt Whitman.
Si ya al final de la segunda temporada se mencionaba al gran Ray Bradbury, en este caso también hay que hacerlo y con más razón, ya que Elogio del cuerpo eléctrico esta guionizado por este popular autor norteamericano.
He leído algo sobre el tema y resulta que desde buen principio el creador de La dimensión desconocida, Rod Serling, quería guiones de Ray Bradbury para su serie, así como de otros reputados autores de ciencia-ficción, pero en especial de Bradbury por ser uno de los más conocidos en la época. Aunque, a pesar de lo leído, no me ha quedado muy claro porqué hasta ahora Serling no lo había conseguido. En algunos casos se indica que ambos autores no se llevaban del todo bien, aunque no se explicita el motivo de ello. En otros casos se apunta a la posibilidad de lo costoso o irrealizable que pudiera ser el adaptar los relatos de Bradbury al formato televisivo. Este motivo se indica también como el causante de que no se rodaran otras adaptaciones de otros autores, como el también legendario Phillip K. Dick, posibilidad que también barajó Serling.
Quizás, como suele ocurrir en muchas ocasiones, el motivo real fuera una combinación de varias causas, algunas de ellas las mencionadas.
El caso es que finalmente se rodó I Sing The Body Electric y lo que está claro es que Bradbury no quedó contento con el resultado, lo que deja claro que no se volvieran a rodar más episodios basados en relatos de este autor.
El episodio en general es bastante correcto, aunque a mí personalmente me faltaría el casi acostumbrado giro final que suelen tener bastantes episodios de la serie.
I Sing The Body Electric es una historia bastante típica de robots que están al servicio “domestico” de los humanos, con lo que me ha recordado la obra de otro grande, Isaac Asimov. Aunque como es bien sabido, Asimov era más “científico” y Bradbury más “poeta”, y en sus relatos se suelen tratar más los sentimientos y la ciencia de Bradbury está más cercana a la fantasía o la magia que no de la ciencia pura y dura.
En el episodio una familia va a comprar un robot domestico para que les haga de niñera (o algo más) y en la visita a la tienda de robots vemos todo esto que comentaba de la magia de Bradbury, pues las diferentes opciones robóticas son presentadas como un espectáculo de magia o circense, con elementos que desaparecen, juegos de luces, trampillas y cortinajes.
En resumen es una historia bastante típica de robots, bastante cercana a Asimov, entretenida pero nada impactante.
No obstante, la cosa empeora con el siguiente episodio, el penúltimo, titulado Las alas de Cavender (Cavender is Coming) y que es considerado uno de los peores episodios de la serie.
Curiosamente, los episodios de tono cómico de la serie suelen ser de los más flojos y este es un claro ejemplo de ello. Incluso, al parecer, en su emisión original, el episodio venía con risas enlatadas, al estilo típico de las sit-coms americanas.
El título en español es una pista clara de que va el episodio, un ángel guardián es enviado a la Tierra a ayudar a una chica. Resulta que el ángel este es bastante torpón y la chica a la que tiene que ayudar, pues también. La chica en cuestión es la conocida actriz de comedia Carol Burnett, pero aún así el episodio no se salva.
Al parecer la idea de Serling y la CBS era crear un spin-off de este episodio, donde el ángel protagonista tendría que ir cada semana a visitar a otra estrella invitada para ayudarle con sus poderes angelicales. Pero como es evidente el episodio no gustó mucho y la idea de la nueva serie spin-off se descartó.
Veremos que nos depara la próxima parada en La dimensión desconocida…