Mi costumbre es casi siempre escribir una nota al final de cada relato, comentando aspectos curiosos del mismo. Ahora de manera inédita estas notas las estoy publicando en este blog. Y aquí tenéis una de las más recientes: La nota final sobre el relato Una belleza sureña.
Curioso relato este donde los haya, ya que es la primera vez, diría yo, que me documento para escribir un relato. Sí, otras veces he consultado cosas puntuales: como se escribe tal cosa, que cosa es tal cosa, donde se suele usar tal cosa, etc. Pero en este caso, me he leído parte de algunos librillos sobre la guerra de secesión, que es un tema, que no sé muy bien porqué, me gusta bastante, no sé si será porqué de peque veía la serie Norte y Sur, y también veía bastantes películas del Oeste.
Me gusta además, como buen aficionado a los relatos de ciencia-ficción, el tema del viaje en el tiempo. Así que pensé en unir estas dos cosas: viajes en el tiempo y guerra de secesión. Resultado: pues viaje en el tiempo hasta la guerra de secesión… No tiene más, así de fácil. La verdad es que tampoco era muy complicado mezclar los dos temas.
Claro, que luego tenía yo pensado un final, bastante parecido a este, tampoco os penséis que era un super-final (que ya sabéis que los finales no suelen ser mi fuerte). Y mientras escribía el relato, se me ocurrió otro final, que es el que aparece publicado en Más Jim de lo que creéis. El otro final, el que tenía pensado al principio, igualmente lo escribí, y me dio por ponerlo en la web:
En este final alternativo del relato de la web, que es el primer final que pensé, como decía, tenía importancia lo del ventilador de techo que se comenta al inicio del relato. Pero luego al final en el relato publicado en papel, esa parte la omití, para seguir la historia un poco más en el siguiente relato: Lo que esconde el Conde.
Así que puede quedar una cosa un poco rara. Pues primero me fijo mucho en los ventiladores de techo, y luego ya me olvido de ellos, y no les hago ni caso…
Una curiosidad sobre este tema del ventilador de techo, que me pareció muy oportuna, fue que poco después de escribir este relato, en el popular concurso de televisión Atrapa un millón, hicieron una pregunta relacionada con la invención del ventilador, y claro, como yo me había documentado previamente sobre este tema, sabía perfectamente la respuesta correcta. Así que pensé: “vaya, que curioso, esto de documentarse a parte de para escribir relatos, sirve también para participar en concursos de la tele”.
No sé, también últimamente me ha dado bastante por el TUP (el famoso Teletransporte UniPersonal), y este sería el inicio de una pequeña “saga” de viajes con el Tup, a parte de los que ya hizo el prota en los míticos relatos: El despertar y Dos veces Jim (que podéis leer en la obra Jim, héroe galáctico), y quizás también: Ventajas e inconvenientes del sistema capitalista…
Claro que esta es una saga a parte, aunque relacionada, en tanto en cuanto se utiliza también el tup, pero en este caso parece que más bien se usa para viajar por el tiempo y el espacio. Pero bueno, no sé, que cada cual agrupe los relatos como le vaya mejor.
También me debatía entre dos títulos muy parecidos para este relato: Una belleza sureña y Toda una belleza sureña. Así que opté por usar un título para cada relato con final diferente. Así que al final el relato publicado en papel se quedó con el título de: Toda una belleza… Y el de la web con el título de Una belleza sureña… No tiene más…
En cuanto a la muchacha del sueño que aparece en el escrito, pues no sé… Cada cual que piense lo que quiera… Yo en algún momento, quizás pensé en el personaje de Mary Pax, pero tampoco lo tengo muy claro. Y creo que no me dejo nada más…
Nos vemos si eso, en el siguiente viaje…