
Existe la leyenda negra (o al menos existía) de que los fans de Star Trek (trekkies) no se llevan bien con los de Star Wars (warries) y viceversa. Pero claro, como decía, es más bien una leyenda, pues encontramos varios ejemplos que nos indican lo contrario. Quizás este hipotético “enfrentamiento” si que es típico en los Estados Unidos, pero en el resto del mundo da la impresión que no es así.
No hay que ir muy lejos para encontrarnos con la WeekendTrek-CifiMad, una convención o dos, que hasta no hace mucho, reunía fans españoles de ambas sagas galácticas e incluso también a los fans de la serie Doctor Who.
También tenemos el ejemplo de la convención italiana Sticcon. Que es de lo que hablaré más en detalle, ya que he tenido la oportunidad de asistir recientemente y un año más a esta convención de fans.
Tradicionalmente la Sticcon es la convención que organiza el club nacional italiano de Star Trek. Sus siglas así lo indican: Star Trek Italian Club Convention.
Lo que ocurre es que desde hace tres años, por aquello de aunar esfuerzos y hacer frente a la crisis, se celebra junto con la convención de fans italianos de Star Wars, la Yavincon y también con la Italcon, que sería el equivalente italiano a la española Hispacon, una convención de ciencia-ficción y fantasía más centrada en el aspecto literario de estos géneros.
La Sticcon es una convención bastante larga, pues se inicia tradicionalmente un jueves y acaba el domingo de madrugada. Como otras convenciones del mundo, tiene lugar siempre en el mismo sitio y en fechas que tampoco cambian. En concreto este año se realizó del 22 al 25 de mayo en la localidad costera de Bellaria, una pequeña ciudad cercana a Rimini.
El tema de la comunicación y transportes con España hasta allá no es demasiado bueno, así que mi compañero de viaje y yo ese jueves estuvimos viajando durante bastantes horas. Y tras varios trenes, autobuses y avión, por fin llegamos a Bellaria. Justo para la cena y poco más. Da la impresión que esto los organizadores lo saben y el jueves tampoco es un día con un programa muy extenso, abundando ese día las proyecciones y los juegos.
El viernes ya empieza a estar más lleno el programa de actos con actividades de diferente índole: proyecciones de episodios de Star Trek, charlas, debates, conferencias, etc.
Una cosa a destacar, que también vemos en alguna convención española son las charlas de carácter divulgativo y científico. No obstante este año me pareció que no había tantas, ni tan interesantes como en ediciones anteriores.

El viernes también comienzan ya las charlas con los invitados de honor. En este caso comenzaron los invitados provenientes de Star Wars: John Coppinger y Toby Philpott. Ambos relacionados con los efectos especiales de Star Wars, trabajando para la compañía de Jim Henson en cuanto respecta a la animación de seres creados artificialmente.
En concreto nos hablaron de su trabajo de creación y animación del alienígena Jabba The Hutt.
Toby Philpott estaba en el interior de este ser, encargándose de mover la mano izquierda de Jabba y su lengua.
John Coppinger se encargó de diseñar y construir a Jabba y de mover por control remoto los ojos de este ser.
Ambos invitados también nos hablaron de su trabajo junto con Jim Henson en otros films, como el popular Cristal Oscuro (Dark Crystal, 1982). Explicaron también que el principal objetivo de ellos dos y su extenso equipo era conseguir que un ser creado artificialmente, que básicamente era una compleja marioneta, pareciera un personaje más de la película y el resto de personajes se relacionaran con él como uno más de ellos.
Por la noche, prosiguieron las charlas y las proyecciones. Tras la cena, nosotros nos decantamos por un espectáculo musical que trataba el tema de las relaciones amorosas en el universo de Star Trek.
Y llegó el sábado qué tradicionalmente es el día más intenso y con el programa más atractivo de toda la convención.

Nosotros asistimos por la mañana a una charla donde se comentaron las noticias y rumores sobre la próxima película de Star Wars. Comentándose las informaciones que hay respecto al reparto del nuevo film y poco más. Seguidamente estuvimos en una interesante conferencia sobre los lavabos que han sido desarrollados para que los astronautas puedan cumplir con algunas de sus funciones físicas. Un tema que le encantó al piloto Jim.
El tema del orinar parece que más o menos lo resolvieron con prontitud, pero la cosa se complicó con el asunto de “las aguas mayores”. Siendo en este punto una conferencia un tanto escatológica, como era de prever.
Después para acabarlo de rematar, llegó la comida del mediodía. Tras la cuál volvieron los invitados de honor. Comenzando con el guionista de la serie Docto Who, James Moran y siguiendo con los actores invitados de Star Trek: Enterprise.
James Moran explicó algunos detalles de su trabajo en la serie Doctor Who y en otras series británicas. Sobre todo destacó el enorme secretismo con el que se trabaja en Doctor Who. Aproveché para preguntarle sobre el nuevo Doctor y explicó que dado este secretismo no se sabe nada, aunque le comentaron que en algún punto tratarían de dar explicación a porqué hay otro personaje aparecido en la serie con la misma cara del nuevo Doctor, ya que ambos han sido interpretados por Peter Capaldi.

En cuanto a la charla de Star Trek, primero vino el actor Connor Trinneer, que interpreta al ingeniero jefe de la primera Enterprise, que nos explicó como fue elegido para participar en la serie. También nos habló de sus episodios favoritos y que el episodio que menos le gustó fue aquel ambientado en el universo espejo.
Gustosamente contestó las preguntas que le hicieron los fans, mientras se quejaba de que hacía mucho calor en la sala y aunque para remediarlo le pidieron que se quitara la ropa, el lo rechazó amablemente.
Luego vino el actor John Billingsley, el doctor alienígena de la nave, que llegó acompañado de su señora esposa, la también actriz Bonita Friedericy. Parece ser que ambos ya estaban prevenidos sobre el tema del calor, así que Bonita llegó cargada con una gran botella de agua y Billingsley vestido con camiseta y tejanos.
Se ve que los dos son puro nervio y no pararon en toda su intervención. Bailando, corriendo, haciendo el payaso y demás.

Tras los actores llegó la pausa para la cena, después de la cuál se dieron diversos premios de carácter literario como parte de la Italcon. Esto de los premios se nos hace un poco pesado, porqué hay infinidad de categorías y se dan a gente del país que evidentemente no conocemos.
Para concluir la velada llegó lo que llaman “sfilata dei costumi” que viene a ser un concurso de disfraces o un cosplay. Como otros años dominaron los disfraces dedicados a Star Trek, pero también hubo alguno de Star Wars y un grupo dedicado al film Gru: Mi villano favorito. Uno de los disfraces que se llevó más premios (hasta tres) fue uno de Georgi LaForge, que tenía implantes luminosos a ambos lados de los ojos. Otro de los ganadores fue uno de princesa Amidala y también destacó un grupo dedicado a El señor de los anillos compuesto por un Aragorn, Sam, Frodo, Gandalf y Gollum, así como otro infantil dedicado a Doctor Who, con sus Daleks y todo.
El domingo por la mañana lo dedicamos al relax, visto que solo había asambleas de los clubs organizadores y alguna que otra proyección.
Después del almuerzo volvieron los invitados. Primero de nuevo los de Star Wars: John Coppinger y Toby Philpott que en gran medida volvieron a repetir lo ya explicado el día anterior.
Tras ellos subieron al escenario a la vez Connor Trinneer, John Bilingsley y Bonita Friedericy.
John comenzando dando la comunión a los presentes donde “la ostia sagrada”, era en realidad trozitos de una torta.

Luego hicieron subir al escenario gente del público con ciertas habilidades especiales: Una chica que hacía malabares, algunos que cantaban y una chica que trabajaba de doble de acción y especialista, que nos ofreció una estupenda pelea entre ella y Bonita Friedericy, siendo esta sustituida después por Connor Trinneer.
Había también un grupo de cuatro bellas modelos disfrazadas de especíes alienígenas de Star Trek: Una trill, una esclava de Orión, una bajorana y una andoriana. Los actores las hicieron subir también al escenario para que explicaran como se llamaban y de que especíe eran. Luego Bilingsley indicó que estas chicas eran el premio al que hiciera la pregunta más guay.
Aunque al parecer su esposa, la actriz Bonita Fredericy, no estaba muy de acuerdo y despidió con gran entusiasmo a estas chicas cuando se marcharon del escenario. Bonita también nos contó que no le gustó mucho lo que había hecho su marido en la serie True Blood, donde había derramado chocolate sobre una bella mujer y luego “había tenido sexo con un árbol”. Cosa que sí parecía celebrar Bilingsley.
Luego vino una gran pausa hasta la cena de gala. Y tras la cena nos retiramos a nuestros aposentos, pues al día siguiente nos esperaba un duro día de regreso.
Nota: Fotografías cedidas amablemente por Juan Carlos Sauri.