Al menos para mí vamos
Hasta ahora tenía la tradición de cada Sant Jordi pasarme por la popular librería Gigamesh. Digo “tenía” por qué creo que este año es poco probable que lo haga, básicamente por dos motivos.
Normalmente iba por el descuento que suelen hacer en los libros que venden, que diría que es el máximo permitido por ley: un 5 %. Lo que ocurre es que, evidentemente este descuento lo hacen en otros sitios y en algunos de ellos incluso lo hacen todo el año, no solo en Sant Jordi, si eres socio de ellos, claro.
El segundo motivo por el que me pasaba por Gigamesh, que quizás sea el más significativo, es que suelen regalar un librito, generalmente bastante interesante. Lo que ocurre es que el que dan este año ya me lo dieron en la inauguración de la Nueva Gigamesh, se trata del volumen titulado Exégesis de Alejo Cuervo. Por cierto, que es bastante interesante y al leerlo me están entrando ganas de leer de nuevo ciencia-ficción (ahora no sé muy bien porqué me había dado por la Fantasía). Aún no lo he terminado y sigo sin saber que es exactamente “exégesis” (de entrada el corrector no lo detecta como una palabra “correcta”, pero no voy a poner en duda la erudición del gran Alejo Cuervo, evidentemente).
No recuerdo bien cuando empezó esta costumbre de Gigamesh de regalar un detallito, creo recordar que primero, antes de existir la editorial del mismo nombre, regalaban una revista Gigamesh o al menos una revista editada por ellos.
Una vez diría que me regalaron una revista (aunque no era la Gigamesh) que ya me había comprado previamente, lo cuál me dio bastante rabia e incluso me quejé al dependiente, sin resultados positivos obviamente.
Y por lo que veo en la estantería del comedor mi tradición personal al menos tiene 9 o 10 años, seguramente más, por qué diría que algún año por causas ajenas a mi persona no he podido cumplir con la tradición.
Así que como el librito de este año ya lo tengo, eso me quita un aliciente para pasarme de nuevo por Gigamesh a cumplir mi tradición personal.

Otra cosa que no creo que haga este año es firmar librillos de los míos, ni de los míos ni de otros, vamos. Y eso a pesar de que este año una compañera me habló de la posibilidad de hacerlo en Barna, explicándome que era tan simple como rellenar una instancia en la Seu de districte y ya está, que incluso podías vender cosas que no fueran libros…
Pero vamos, no creo que lo haga, también por un par de motivos: El año pasado, estuve intentando vender libros en un puesto de estos de Sant Jordi en la localidad de Terrassa (por gentileza de la librería Landromina) y fue bastante decepcionante, por qué no vendí nada. Así que eso me ha desanimado lo suficiente para no intentarlo de nuevo. Recuerdo que hace un par o tres de años también estuve en uno de estos puesto, en otra localidad de Barcelona y tampoco fue muy bien la cosa, no tan mal como en Terrassa, pero bueno. Supongo que en Barcelona capital puede que la cosa cambie, no sé.
El otro motivo, quizás el más importante es que los otros años he estado por recomendación e invitación de terceros y este año no parece que vaya a surgir la posibilidad ya que hasta ahora no me ha invitado nadie a hacerlo. Así qué, seguramente tenga un Sant Jordi algo diferente…